Instalada en Fleury-la-Rivière, a los confines del Valle del Marne, y a sólo unos pasos de Epernay, la Casa Marc se beneficia de un terruño insólito, propicio para la crianza de vinos excepcionales. Sus viñedos viejos de treinta años, enraizados profundamente en un suelo de arcilla y de calcáreo, se complacen con un sol bienhechor, que va bañando sus vertientes con luz y llenando sus frutas de azúcar y de aromas generosos. Pinot noir, Chardonnay, Pinot Meunier, las tres variedades de cepas de la región de Champagne están allí representadas, y eso le permite a la Casa crear cuvées tan ricas como variadas. Para crear buenos vinos de Champagne, primero hay que tener buenas uvas, y por eso la Casa Marc ha ido programando un cultivo razonado, para proteger la tierra que así le da sus mejores frutos